Los viejos amores que no están, la ilusión de los que perdieron, todas las promesas que se van, y los que en cualquier guerra se cayeron. Todo está guardado en la memoria, sueño de la vida y de la historia. El engaño y la complicidad de los genocidas que están sueltos, el indulto y el punto final a las bestias de aquel infierno. Todo está guardado en la memoria, sueño de la vida y de la historia. La memoria despierta para herir a los pueblos dormidos que no la dejan vivir libre como el viento. Los desaparecidos que se buscan con el color de sus nacimientos, el hambre y la abundancia que se juntan, el mal trato con su mal recuerdo. Todo está clavado en la memoria, espina de la vida y de la historia. Dos mil comerían por un año con lo que cuesta un minuto militar Cuántos dejarían de ser esclavos por el precio de una bomba al mar. Todo está clavado en la memoria, espina de la vida y de la historia. La memoria pincha hasta sangrar, a los pueblos que la amarran y no la dejan andar libre como el viento. Todos los muertos de la A.M.I.A. y los de la Embajada de Israel, el poder secreto de las armas, la justicia que mira y no ve. Todo está escondido en la memoria, refugio de la vida y de la historia. Fue cuando se callaron las iglesias, fue cuando el fútbol se lo comió todo, que los padres palotinos y Angelelli dejaron su sangre en el lodo. Todo está escondido en la memoria, refugio de la vida y de la historia. La memoria estalla hasta vencer a los pueblos que la aplastan y que no la dejan ser libre como el viento. La bala a Chico Méndez en Brasil, 150.000 guatemaltecos, los mineros que enfrentan al fusil, represión estudiantil en México. Todo está cargado en la memoria, arma de la vida y de la historia. América con almas destruidas, los chicos que mata el escuadrón, suplicio de Mugica por las villas, dignidad de Rodolfo Walsh. Todo está cargado en la memoria, arma de la vida y de la historia. La memoria apunta hasta matar a los pueblos que la callan y no la dejan volar libre como el viento. |
Adentro de los B o l s i l l o s
A veces escondida y sin brillo, como adentro de un bolsillo, sabe cuando brillar y cuando no, es una luciérnaga inteligente la luciérnaga intermitente.
sábado, 23 de julio de 2016
León Gieco: La Memoria
Manchada.
Sos esa tinta que manchó mis ojos.
¿Acaso ya no puedo ver?
La misma que manchó mis manos.
¿Acaso te dejé mis marcas?
También aquella que cubrió mi cuerpo.
¿Acaso me fundí con la noche?
Tinta que resbaló sobre un renglón vacío,
fuiste palabra, soneto, parte de un libro de poesía,
o parte de una carta de despedida.
Fuiste recuerdo o historia muy bien guardada en la memoria.
Manchaste mi cerebro
haciéndote pasar por un tumor de conciencia,
abriéndote paso entre mis neuronas,
cautelosa para no borrar tus pasos.
¿Acaso ya no puedo ver?
La misma que manchó mis manos.
¿Acaso te dejé mis marcas?
También aquella que cubrió mi cuerpo.
¿Acaso me fundí con la noche?
Tinta que resbaló sobre un renglón vacío,
fuiste palabra, soneto, parte de un libro de poesía,
o parte de una carta de despedida.
Fuiste recuerdo o historia muy bien guardada en la memoria.
Manchaste mi cerebro
haciéndote pasar por un tumor de conciencia,
abriéndote paso entre mis neuronas,
cautelosa para no borrar tus pasos.
Decepción.
Telas del sueño, pana del alma. Suave y áspera por igual, brillante y opaca, decisión de un simple movimiento, o de un sentimiento.
Telas del llanto, tul del corazón. Con agujeros y trama, con transparencia y color.
Telas del humano, telas del ser vivo, de lo natural, cubranme los ojos...
Ya no quiero ver.
Telas del llanto, tul del corazón. Con agujeros y trama, con transparencia y color.
Telas del humano, telas del ser vivo, de lo natural, cubranme los ojos...
Ya no quiero ver.
Porque se me cantan los ovarios.
Hoy la angustia la siento fuerte en mis ovarios y me produce reflexión.
El machismo de siglos atrás no termina aún, la historia se repite una y otra vez por mucho avance que hallamos logrado como sociedad.
Esta historia la oigo una y otra vez, como parte de un tema cotidiano, o rutinario y siempre desde nuevos labios femeninos.
Y esa angustia de hoy se expande rápidamente hacia mis ojos...reflexión: Hay que seguir luchando para avanzar.
jueves, 10 de diciembre de 2015
Propiedad Pública.
Hoy te quiero escribir mis dolencias, quiero que me conozcas el cuerpo. Mi cuello, mi espalda, mis caderas, y mis piernas. Llamame como vos quieras, que sea como sea, voy a responder.
Me duele la espalda,
llamame vieja.
Me duelen las piernas,
llamame haragana.
Me duelen los ojos,
llamame chicata.
Me duele el alma,
llamame poeta.
Me duele el corazón,
llamame exagerada
o como quieras, pero por una vez en tu vida llamame Amalia, que a veces se me olvida.
Me duele la espalda,
llamame vieja.
Me duelen las piernas,
llamame haragana.
Me duelen los ojos,
llamame chicata.
Me duele el alma,
llamame poeta.
Me duele el corazón,
llamame exagerada
o como quieras, pero por una vez en tu vida llamame Amalia, que a veces se me olvida.
Perdida, mente enamorada.
Estás dando vueltas en mi cabeza y no sé en que vuelta encontrarte.
Te comienzo a sentir y me doy la vuelta para agarrarte.
Mis sentidos me fallan y te pierdo de vuelta.
¿Dónde te escondés cuando quiero verte?
Te comienzo a sentir y me doy la vuelta para agarrarte.
Mis sentidos me fallan y te pierdo de vuelta.
¿Dónde te escondés cuando quiero verte?
De mañanas despiertas.
Buenos días, hoy estas más limpia, brillante y traslúcida.
Te toco y me involucro en vos.
Ya somos uno siendo dos, por favor no dejes de sumergirme en tu frialdad.
Ese es el primer impulso, el que me despierta, el golpe con mis manos chorreantes de tu fluido en mi rostro.
Buenos días, ahora ya estoy lista y arranco el día A CARA LAVADA.
Te toco y me involucro en vos.
Ya somos uno siendo dos, por favor no dejes de sumergirme en tu frialdad.
Ese es el primer impulso, el que me despierta, el golpe con mis manos chorreantes de tu fluido en mi rostro.
Buenos días, ahora ya estoy lista y arranco el día A CARA LAVADA.
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